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El Problema

Había una vez un pajarito que había vivido en el monte desde que nació, pero un día fue capturado por un cazador y lo llevó a una jaula de oro donde tenía el mejor alimento y agua de todo el lugar, allí el pajarito cantaba y cantaba hasta que el cazador sintió tristeza de verlo encerrado y lo liberó. Pero el pajarito no quiso irse del jardín del cazador porque sabía que allí tendría una vida más tranquila, ya había olvidado sus viejos problemas y necesidades. Los problemas del pajarito ahora eran otros, como que el cazador llegara tarde a traer las semillas y que el agua no estuviera a la temperatura acostumbrada. Con el tiempo el pajarito se habituó a esa vida y cada vez tenía más problemas y problemas, como que algunas ramas eran muy grandes o que el día se le pasaba volando y no podía hacer cuanto quería. Un día el cazador murió y el pajarito quedo desatendido, al no aguantar el hambre prefirió volar al monte de nuevo. Allí vio de nuevo la realidad de los demás pajaritos. Tenían que luchar para que los animales salvajes no los devoraran, con el frio, la lluvia y para conseguir unas míseras semillas en el invierno. Allí descubrió que sus problemas anteriores eran insignificantes y se preguntó: ¿Cómo pudieron vivir así estos pajaritos tanto tiempo? La respuesta a su pregunta la tendría que aprender ahora por experiencia propia.

¿Qué son necesidades o problemas? Cada individuo las tiene. Para un profesor de física que está en una importante exposición en vivo y directo, que se le pierda su plumón es un gran problema, para un padre que solo tiene un dólar para comprar el alimento de ese día, que se le pierda ese dólar es un gran problema, para un experto en explosivos que está desactivando una bomba en una escuela repleta de estudiantes, que se le pierda una herramienta en los pocos segundos que les quedan de vida es un gran problema.

En general lo que define al problema es quien lo enfrenta, su ambiente, su marco de circunstancia, es por eso que para una persona de vida holgada económicamente un problema puede ser que no le alcanzó para comprar toda la carne que quiere comer ese día, y para otro puede ser que no pudo comprar pan suficiente para ese día.

Pero como la profundidad de los problemas se mide dependiendo quien los percibe, ¿será que no hay manera de saber cuál problema es en realidad mayor? ¿Que nos permite mirar al otro y valorar que está en ventaja o desventaja en comparación a nosotros mismos?

Una forma sencilla es valorando los resultados de las situaciones y aprendiendo a quitarnos la venda auto justificativa que no nos permite ser condescendientes y nos empuja a el pensamiento egocentrista o mártir.

¿Qué es más vital circunstancialmente? que el profesor de física termine diciendo que va a explicar el asunto verbalmente ya que perdió el marcador y todos se rían o se molesten un poco o que el experto en explosivos termine perdiendo el valioso tiempo que tiene en busca de la herramienta y explote toda la escuela, muriendo cientos de personas, los estudiantes y el mismo profesor de física. En este momento todos pensarían… que un plumón o una reputación no vale de nada en comparación del valor de cientos de vidas.

No es fácil entender del todo esta lógica, pero si el lector logra hacerlo y aplicarlo en otros ámbitos, habrá logrado poder ver la realidad, que no desvalora los problemas de cada persona por duros o fáciles que puedan parecer, pero si nos permite ver los resultados y nos expone a ser mejores personas y por su puesto más inteligentes ya que el que logra ver más allá de sus propias narices es un verdadero genio.

Autor: Alfonso Nava

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